Soccerland es un lugar donde el fútbol es soccer, y el "football" es un deporte jugado por un montón de gordos que corren y tiran una pelota de rugby mas chica y usan pantalones tipo calzas ajustados como las que usaba María Amuchastegui (vayan acostumbrándose a ver muchas referencias a programas y personajes Argentinos de muchas décadas atrás porque al estar fuera del país tanto tiempo me quede en esa época) y usan cascos de moto. Todo eso paso por mi cabeza cuando quize sentarme a ver un partido por la tele a principios de los noventa en "soccerland", mucho antes de que los dioses del fútbol nos regalaran la TV satelital y todos los canales de fútbol que vemos hoy. Mi segundo encuentro con la cruda realidad de que vivía en un infierno anti-fútbol fue cuando yo, canchero con mi pelota nueva, recién comprada, (lo único bueno de esa época era la facilidad de comprar una pelota, atrás quedaban las figuritas del Mundial 90 y convencer al Kiosquero para que canjeara el álbum por la de cuero), me fui al campito mas cercano para jugar mi primer picado yankee. Al llegar a la "cancha", me encontré con algo escalofriante, y a mi manera me sentí como el Diego en el Mundial 94, no solo me "cortaron las piernas", sino brazos, muñecas, tibia y peroné. No solo que los pibes no estaban jugando al deporte con el que crecí, sino que estaban practicando lo que los gordos con cascos de moto que vi en la tele días atrás. De todas maneras, y tratando de ser una especie de embajador por el futbol, me puse a hacer jueguitos al mejor estilo "globertrotter" del futbol, para ver si podia lograr el milagro de mi ansiado picado. Por supuesto que me quede media hora como un completo tonto hasta que uno de los pibes le dio lastima y me grito: "hey soccer boy, querés jugar?", en ese momento agradecí que ningún amigo del barrio me podía ver y al haber agotado mis intentos, mi primer "picado" tuvo otro significado.
No comments:
Post a Comment